Una buena combinación de residuos de la agricultura y la ganadería puede traducirse en energía aprovechable. El objetivo de los investigadores de la Politècnica de València es dotar de valor añadido al exceso de purines de las granjas de la Comunidad Valenciana y dar un uso sostenible a los destríos de algunos subproductos hortofrutícolas.
Los investigadores principales del proyecto, ingenieros agrónomos, coordinado por el catedrático Antonio Torres, María Cambra-López, Verónica Moset y Pablo Ferrer, explican que “en las granjas de cerdos se generan grandes cantidades de purines, compuestos fundamentalmente por las deyecciones de los animales, agua de limpieza y restos de pienso, cuya gestión consiste normalmente, en el almacenamiento en balsas y posterior aplicación en campo como fertilizante. Estos purines contienen una elevada carga de nutrientes como nitrógeno y fósforo, y materia orgánica”.
Los investigadores explican que debido a las características de los purines, ricos en nutrientes y materia orgánica, pueden llegar a contaminar suelos, acuíferos y atmósfera, como consecuencia de la excesiva acumulación de nutrientes en los suelos y en las aguas y la emisión de gases de efecto invernadero y amoniaco a la atmósfera.
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